El crumble es un postre de origen inglés que en su versión más tradicional se hace con una base de puré de manzana o manzanas al horno y una cubierta crocante, resultado de una mezcla rústica de manteca, azúcar y harina. La receta admite mil variantes, todas deliciosas, pero el agregado de jengibre al crocante y la untuosidad de la crema batida le dan a esta variante una relevancia especial.
Receta de crocante de manzana y jengibre
Cantidad de porciones: 8
Tiempo de preparación: 30 minutos
Nivel de complejidad: medio
Ingredientes
Crumble de jengibre
Manteca, 125 gramos
Harina 0000, 200 gramos
Azúcar, 150 gramos
Jengibre fresco c/n
Manzanas, 1 kilogramo
Canela, a gusto
Clavo de olor, 1
Crema chantilly, 200 cc
Nueces picadas, 50 gramos
Procedimiento
Hacer un arenado con la manteca y la harina. Agregar el azúcar, el jengibre rallado y mezclar todos los ingredientes hasta formar grumos. No trabajar mucho. Dejar reposar 2 horas en la heladera y cocinar en horno a 170º C, por 10 – 15 minutos. Reservar en lugar hermético.
Lavar y pelar las manzanas, luego, cortarlas en tajadas finas, desechando el corazón. Colocar la fruta en un recipiente apto para microondas, con canela y clavo de olor.
Tapar y cocinar en el microondas por 12 minutos, a potencia máxima. Pasado ese tiempo, retirar y pisar con el tenedor hasta hacer un puré.
En un vaso liso no muy grande poner crumble en el fondo, luego cubrir con el puré de manzanas. Terminar de decorar con un copón de crema y las nueces por encima.
Terminar con una feta de manzana seca al horno para decorar.