Un perro de asistencia es aquel entrenado para ayudar y asistir a una persona con discapacidad.
Muchos de ellos son entrenados por asociaciones específicas, mientras otros lo son por los propios usuarios con o sin ayuda de un entrenador canino profesional. De forma amplia y divulgativa podrían incluirse hasta seis categorías de perros de asistencia. La mayor parte de los mismos estarán entrenados para uno de ellos, aunque existen algunos con conocimientos combinados.
Perros guía o Perro lazarillo. Adiestrado para guiar a una persona con discapacidad visual o sordo-ciega.
Perros de señalización de sonidos. Los perros señal o perros para personas sordas están adiestrados para avisar físicamente a las personas con discapacidad auditiva de distintos sonidos cotidianos y conducirles a su fuente de procedencia, o alertarles en el caso de sonidos como las alarmas.
Perros de servicio. Adiestrados para prestar ayuda a personas con alguna discapacidad física en las actividades de su vida diaria, tanto en su entorno privado como en el entorno externo. Ejemplos de esto son la asistencia para la movilidad, petición de ayuda mediante teléfono o sistema de comunicación exterior, transporte de información, bloqueo de la persona ante un objeto o situación de peligro, etc.
Perros de respuesta médica o de aviso. Adiestrados para dar alerta médica a personas que padecen epilepsia, diabetes …
Perro de asistencia en autismo. Adiestrados para cuidar de la integridad física de una persona con trastorno del espectro autista, guiarla y controlar las situaciones de emergencia que pueda sufrir.
Perros incluidos en proyectos de terapia asistida con animales de compañía, destinados a visitas a hospitales, centros geriátricos, pisos tutelados, centros para personas con discapacidad, viviendas particulares, etc.
QUE PASO ESTA SEMANA
una nena autista y un mal momento con su perro de servicio
La pequeña tiene un trastorno del espectro autista, por lo que el animal no es su mascota, sino una compañía necesaria.
Una mujer de Trelew denunció que su hija fue discriminada en un restaurante de Palermo cuando entró con su perro de asistencia, un labrador que fue entrenado especialmente para acompañarla ya que tiene un trastorno del espetro autista.
Lola, de ocho años, tiene Síndrome de West y trastorno generalizado del desarrollo (TGD) por lo que la presencia de Petro, su perro de asistencia, es fundamental, explicó su mamá, Laura Fernández Lugli.
Petro está identificado como perro de servicio con un peto y es un recurso «anti fuga para niños con autismo», según palabras de la mamá de Lola. Pero nada de eso sirvió para evitar un momento incómodo en «El rey del vino», un restaurante ubicado en Paraguay y Juan B. Justo.
Fernández Lugli explicó que está viviendo con sus hijos en Buenos Aires por el tratamiento de su hija menor, se ya se ve adaptada a su asistente de cuatro patas.
Fernández Lugli escribió una reseña furibunda en el Facebook del restaurante y no era para menos: llevó a sus cuatro hijos a cenar ahí el viernes pasado y no pudo ni llegar a una mesa porque el encargado la increpó.
«Empezó a los gritos, ‘Estás loca, ¿cómo vas a traer a un perro acá adentro?’, nos dijo. La situación fue muy angustiante para mí, pero sobre todo para mi hija», expresó la mujer a medios locales.
«Lo lleva atado de la cintura. Están siempre juntos. Estuve años haciendo trámites, pero fue hace tres meses que me lo entregaron para que la acompañe», contó la mujer, quien denunció al restaurante en la policía por discriminación tras el episodio.
Los perros de asistencia están autorizados por la ley 26.858 a circular adentro de restaurantes desde el año 2000.
Desde El rey del vino se responsabilizaron por el episodio del viernes pasado, al que calificaron como un «lamentable hecho».
El descargo del Rey del Vino
Estamos al tanto y nos entristecen los lamentables hechos ocurridos en nuestro local en el día de ayer viernes por la noche.
Desde el Rey nos importa que cada uno de nuestros clientes y amigos se sientan bienvenidos, a gusto y como en casa.
Ya estamos tomando las medidas pertinentes con cada uno de los integrantes de nuestro personal para que esto, así como ningún otro hecho lamentable vuelva a repetirse.
Vamos a ponernos en contacto con la familia de Lola para hacerles llegar nuestras más sinceras disculpas y ponernos a disposición. Y nos comprometemos a trabajar a diario para fortalecer nuestros valores y filosofía como restaurante.