Según el Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad, Palermo es un barrio de automovilistas alcohólicos empedernidos

El control de alcoholemia o test de alcoholemia mide la concentración de alcohol en sangre. Se obtiene por medio de un porcentaje de la masa, la masa por el volumen o una combinación. Por ejemplo, un nivel de 0,3 de alcohol en sangre significa 0,3 g de alcohol por cada litro de sangre 20 BOE.

Al medirse por el alcohol detectado en el aire espirado, la unidad utilizada es la de «miligramos por litro de aire», que en la práctica usual se convierte de manera convencional en «gramos por litro de sangre», multiplicando por el coeficiente 2. Sin embargo este test es menos preciso ya que la toma de medicamentos por inhalador o el uso de algunos enjuagues bucales con etanol pueden dar lugar a mediciones muy superiores a las reales, llegando a marcar entre 5,0 y 6,0.

En Argentina el límite legal de alcohol en sangre para conducir un automóvil es de 0,5 gramos por litro de sangre, mientras que tiene tolerancia menor para conductores de motos descendiendo a 0,2 g/l. En el caso de conductores profesionales, al volante de transporte de carga o pasajeros, la tolerancia es cero. También hay tolerancia cero en la provincia de Córdoba, y Salta de éste país.

Palermo concentra buena parte de la oferta gastronómica y nocturna de la Ciudad. Y, desde marzo, la mayoría de los controles de alcoholemia que se hacen durante los fines de semana. Allí, los resultados positivos de alcoholemia (4,6%) superan en casi un 70% la media de la Ciudad, según datos de la Secretaría de Transporte de la Ciudad. De marzo a noviembre de 2017, se hicieron unos 35.000 tests cerca de bares y boliches de ese barrio, de los cuales 1.621 dieron positivo. Esta es la más común de las contravenciones que se cometen en la Ciudad. En 2016, la Fiscalía General porteña registró 3.812 casos, lo que dio un promedio de un positivo cada dos horas.

El alcoholismo es un padecimiento que genera una fuerte necesidad y ansiedad de ingerir alcohol, de forma que existe una dependencia física del mismo, manifestándose a través de varios síntomas de abstinencia cuando no es posible su ingesta. El alcohólico no tiene control sobre los límites de su consumo, que va en aumento a medida que se desarrolla tolerancia a esta droga.2​ Se considera como una enfermedad crónica, progresiva y mortal por la Asociación Médica Estadounidense al igual que otras drogodependencias.

De ese total, Palermo lidera por lejos la lista: concentra el 52% de los casos. Y los barrios que le siguen en número de positivos, Belgrano y Recoleta, tienen el 16% y el 7% respectivamente, es decir, representan apenas entre un tercio y un octavo del primero.

Como es de esperarse, durante los fines de semana el consumo de alcohol previo a manejar se dispara: de acuerdo al sondeo del Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad, esta situación se registra en el 53% de los encuestados cuando se trata de viernes, sábado o domingo por la noche. Los operativos, a cargo de la Dirección General de Cuerpo de Agentes de Control de Tránsito y Seguridad Vial de la Ciudad, aumentaron de un año a otro. Mientras que en 2016 fueron casi 120.000, de enero a noviembre del año pasado treparon a 160.000. Y en 2016, los positivos representaron un 3,3% de los tests, al tiempo que el año pasado ese índice bajó al 2,7%.

En octubre, el número de tests fue récord: 21.507. La dosis promedio de esos positivos fue de 0,85 gramo por litro de alcohol. Una abrumadora mayoría de los casos positivos corresponden a hombres: 85%.

¿Pueden hacerme el test del alcohol en cualquier momento? Sí. Podrán hacértelo por un control aleatorio, porque hayas tenido un accidente o porque hayas cometido una infracción.

¿Me podrán multar aunque haya bebido muy poco? La respuesta es “depende”. La normativa actual no permite conducir con tasas superiores a 0,25 miligramos por litro (“mg/l”) de alcohol en aire (0,15 mg/l para conductores profesionales y noveles). Si das positivo, pero es inferior a esa cantidad, no tendrás problemas. Si es superior, te sancionarán.

¿Y si es mayor de 0,60 mg/l de alcohol en aire? En ese caso será un delito y las repercusiones serán mayores.

¿Qué ocurre durante la prueba? El agente te pedirá que soples en un aparato llamado etilómetro. Si el resultado es positivo, el agente imprimirá un ticket con el resultado. Pasados unos diez minutos, el agente te hará una “prueba de contraste” para comprobar si sigues dando positivo. Si el resultado es afirmativo, y mayor de 0,60 mg/l, te citarán para que vayas al Juzgado de guardia para un juicio rápido.

¿Pueden detenerme? La respuesta es sí… Podrían detenerte. Si no lo hacen, no te permitirán que te lleves el vehículo hasta que otra persona que no haya bebido lo conduzca.

¿Qué ocurre en el caso de accidente? Es importante saber que la conducción bajo la influencia del alcohol o de otras sustancias supone que tu seguro pague los daños que tú hayas provocado pero que, después, te los reclame.

¿Puedo hacer algo si la tasa que he dado es un poco más alta que la mínima de 0,25? Desde que te hagan la primera prueba hasta la segunda, sal del coche y pasea un poco. Quizás te pueda servir intentar orinar y comer algo.

¿Estoy obligado a hacer la prueba? Sí. En el caso de que no la hagas, los agentes podrían detenerte (y pasarías la noche en el calabozo) y te imputarían un delito de los comprendidos en el artículo 383 del Código Penal («El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se negare a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicotrópicas a que se refieren los artículos anteriores, será castigado con la penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.»). Además, si tienes algún incidente con los agentes, podrían imputarte otros delitos como amenazas, atentado contra agente,…