Tomando como referencia la historia de la ciudad, muchas de sus calles
han sido escenario de hechos destacados. Campo abierto sobre lo que
fue un límite de la ciudad en el Siglo XVIII, luego se transformó en
camino y se pobló de quintas. Con el tiempo, el camino se hizo calle,
y las quintas, señoriales caserones. Por su ruta se llegaba a los
portones de Palermo, y a través de ellos, comenzaban los viajes hacia
los pueblos suburbanos que de año en año iban integrándose a la
populosa urbe.
Fueron cuatro las denominaciones que le correspondieron en el tiempo:
San Gregorio, a partir de 1774; luego de las invasiones inglesas, el
virrey Santiago de Liniers quiso honrar a los oficiales que se habían
distinguido en las jornadas heroicas de 1806, y cambió la nomenclatura
de algunas calles: a San Gregorio le correspondió el nombre de Pío
Rodríguez. Tras la Revolución de Mayo de 1810, el gobierno patrio
resolvió borrar todo aquello que recordara el antiguo dominio
hispánico, y la calle fue conocida sencillamente, como Estrecha. Y era
estrecha, hasta que Bernardino Rivadavia la dotó de su verdadero
destino, ordenando en 1822 el ensanche de la calle Estrecha, para
darle el nombre que aún hoy lleva: Santa Fé.
El trecho comprendido entre la Plaza San Martín y la Avenida Callao
mantuvo la estrechez característica del Buenos Aires del 900, hasta
tal punto que recién hacia 1930 quedó decretado el ensanche de este
tramo. Y así fue como poco a poco los modernos edificios de cemento
reemplazaron en parte las antiguas residencias, con sus amplios
zaguanes testigos de amores furtivos, y las rejas voladas.
Los antiguos vendedores de telas y cintas pasaron a ser dueños de una
tienda o una sedería de alta calidad; aparecieron las casas de arte,
las florerías, las confiterías… y, por último, las galerías
comerciales. Así, desde 1950 en adelante, se convirtió en la Avenida
preferida de la mujer porteña. Hoy, es un paseo de compras obligado
para todos, que disfrutan del encanto, amplitud y estilo de la calle
símbolo de la primavera: La Avenida Santa Fé.