Flores de invierno. Alternativas para llenar tu espacio verde.

Por María Martha Pizzi, Con Sabor a Hogar (www.consaborahogar.com.ar).

Muchas veces pensamos que los jardines de invierno son ocres, con colores que tienen a reflejar hojas secas, plantas en estados de latencia y carentes de flores. Pero no es así, el invierno trae numerosas alternativas para llenar tu espacio verde de color y aromas. Disfrutar del aire libre, incluso con bajas temperaturas, es posible.

A partir de que el frío se instala en el jardín, podemos seguir disfrutando de color y flores, a las ya clásicas violetas de los Alpes (rojas, rosadas, blancas, fucsias, bordó), con sol de mañana o de tarde, se suman las prímulas, que requieren media sombra o sol de mañana.

Para quienes prefieren la gama de los rosados, lilas, violetas, blancos y salmón, nada como los pensamientos y violas. Vienen en una amplia variedad cromática: violetas, amarillos, naranjas, blancos y combinados. También podemos sumar color con enredaderas de floración naranja como el ojo de poeta (thumbergia alata) y la bignonia de invierno (pyrostegia venusta).

También en los finales de esta época florecen los jazmines meznyi, de floración amarilla y el jazmín chino (jasminum polyanthum).

Otras grandes aliadas del frío son las bulbosas, quienes quieren darse el gusto de cultivar tulipanes, narcisos, junquillos, fresias y jacintos, el invierno es su momento.

Uno de los grandes atractivos son las magnolias, plantas que florecen sobre las ramas desnudas y dan una gran vista al jardín invernal, así como también algunas euphorbias: la más conocida, la estrella federal.