Dos grandes símbolos de la argentinidad: el vino y el Obelisco serán los grandes protagonistas de la noche del 24 de noviembre. Este monumento, uno de los íconos más reconocidos y representativos de Argentina, se llenará de vino y proyectará las imágenes que hacen de la vitivinicultura local un polo de atracción mundial. La iniciativa es del Fondo Vitivinícola y busca compartir el encanto de los viñedos y las bodegas en el epicentro cosmopolita de Buenos Aires, siempre bajo el lema “El vino nos une”.
Todos al Obelisco
Desde las 20, el Obelisco se convertirá en vino y quienes lleguen a la esquina de Diagonal Roque Sáenz Peña y Cerrito tendrán vista privilegiada. Los asistentes serán parte de esta gran celebración y disfrutarán de la presencia de la Reina Nacional de la Vendimia, Giuliana Lucoski, y la música en vivo del Dúo Nuevo Cuyo (formado por Guillermo y Gustavo Micieli) que llegará directamente desde Mendoza para compartir la música de la tierra del vino.
“Queremos mostrar y compartir las imágenes que hacen de nuestra vitivinicultura una actividad amigable con el medio ambiente, generadora de empleo en todo el oeste argentino y con enorme relevancia en la imagen país. Proyectar todo esto en el Obelisco, precisamente en uno de los centros de consumo más importante para los vinos argentinos es un gran motivo para brindar por la bebida nacional”, afirma el presidente del Fondo Vitivinícola, Bernardo Lanzilotta.
La Bebida Nacional
En 2012 el Congreso de la Nación sancionó, por unanimidad, la ley que declara al vino argentino como la Bebida Nacional Argentina es el primer país vitivinícola en conseguir esta declaración que resalta el valor cultural de nuestra bebida y su rol importante en la identidad nacional.