Una vivienda problemática según el Feng Shui es aquella que causa desarmonías graves o persistentes en sus habitantes. Se trata de casas o departamentos enfermos que irradian energía negativa intensa producto de un Chi corrupto acumulado a lo largo del tiempo, y que no recibió intervenciones curativas.
Entre los síntomas que aparecen en los hogares enfermos se incluyen problemas de salud recurrentes, pérdidas reiteradas de dinero, conflictos con la educación de los hijos, predominio de emociones negativas (ansiedad, tristeza, pánico, etc.) en alguno o algunos de los habitantes.
En ocasiones, el origen del trastorno radica en aspectos de la ambientación y el estilo de vida que se proyecta en el hábitat; otras, la fuente del conflicto proviene de cuestiones estructurales de la vivienda que pasan desapercibidos para quien no es conocedor de Feng Shui.
Cuando un hogar exuda problemas, lo ideal es comenzar analizar la situación de adentro hacia fuera. Es decir, tomar distancia y observar desde otra escala a la habitual. Una edificación construida sobre zonas geopatógenas, o enfrentada a lugares energéticamente densos (casas tomadas, hospitales, comisarías, cementerios) o un departamento que queda expuesto a una nueva construcción vecina que resulta agresiva por su forma o porque quita la luz del sol, son ejemplos de situaciones en las que la solución radical sería mudarse o eliminar la fuente de emisión negativa. Por supuesto, no siempre es posible lograr esto de lleno.
Protegerse y nutrir el Chi ¿Qué hace entonces el Feng Shui en esos casos aparentemente tan difíciles? Bastante, porque puede generar fuentes de energía protectora y puede fortalecer el Chi benéfico de la casa. Si pensamos nuestro hogar como un organismo vivo, comprenderemos que nutrirlo y cuidarlo es una manera efectiva de elevar sus defensas y generar bienestar saludable a nuestro alrededor.
Los efectos de intervenir un espacio con criterios de armonía no se hacen esperar, la sensación de “aire limpio” es prácticamente inmediata cuando se renuevan las energías. Otros resultados más profundos irán apareciendo con el tiempo, manifestándose en cambios de “suerte”, de “oportunidades” y de “actitudes”. Las consecuencias pueden ser duraderas y abarcar aspectos importantes de nuestro bienestar siempre y cuando se adquiera al Feng Shui como una filosofía de vida.
Algunos problemas estructurales y del entorno que pueden estar direccionando aliento maléfico (Sha Chi) hacia tu vivienda son:
* Estructuras con faltantes
* Puertas y ventanas desproporcionadas
* Viviendas enfrentadas a hospitales, comisarías, cementerios o baldíos.
* Construcciones asfixiadas.
* Las enredaderas en los muros.
* Desniveles SBlt Techos de teja.