Por Maia Aron, diseñadora y creadora de Dimanche (www.dimanche.com.ar)
El cuarto de nuestros hijos es uno de los que más pensamos. Lo imaginamos, lo soñamos y, finalmente, lo concretamos. Y en ese proyecto de habitación, algunos de los elementos que más estimulan a los pequeños son las texturas, los colores y las formas. Éstas tienen múltiples funciones: abrigan, dan cobijo, ayudan a desarrollar percepciones del tacto y la vista, impulsan al niño a explorar.
Al incorporar tejidos es importante usar hilo de algodón y lana con proceso hipoalergenico para evitar la aparición de alergias (las lanas naturales, si bien son hermosas, pueden desprender pelos que resultan molestos para los bebés).
¿Por qué los productos tejidos son ideales para los bebés? Estos facilitan la interacción y el juego de los niños, ya que son livianos, mullidos, suaves y de muy fácil cuidado (aunque parezca mentira, se los puede lavar en lavarropas tantas veces como quieras y necesites)
En cuanto a la decoración, la paleta de colores es infinita, pero los tonos pasteles siguen mandando al armar un cuarto infantil, ya que aportan calidez, ternura y tranquilidad. Dentro de las colecciones, cada producto está pensado en combinación con el otro; se pueden juntar almohadones de formas, con un oso, un guarda juguetes y una alfombra, por ejemplo.
Siguiendo con los colores, uno que no puede faltar es el crudo. Además de combinarse con cualquier otro tono, aporta sensación de luz y tranquilidad. Entre los tríos más buscados actualmente están: crudo, gris y celeste / crudo, gris y rosa. Siempre generando un ambiente cálido para nuestros hijos.