Esta vez ocurrió en el barrio de Palermo, en la intersección de las calles Mario Bravo y Honduras. Allí, dos choferes de Uber debieron ser resguardados por la Policía de la Ciudad ante el amedrentamiento de una veintena de taxistas.
Ante el encierro, la llegada oportuna de dos patrulleros -uno de los taxistas había llamado a la policía- impidió que los dos hombres fueran agredidos.
«¿Por qué me sacás fotos? Es mi auto ese», dice uno de los taxistas. Otro, detrás de él, filmando con su celular al camarógrafo de este medio, le pregunta: «Fijate si salgo bien». «Hay dos transportes ilegales, o sea Uber. Trabajando de Uber que es ilegal en Argentina», sostiene un tercer conductor de taxis.
La policía le tomó los datos a ambos choferes, mientras que sus vehículos fueron secuestrados. Los dos se dirigieron a la comisaría, junto a la misma cantidad de taxistas.
No es la primera vez que ocurre un episodio de este tipo. Hace unos días, el líder de los taxistas «caza Uber» había amenazado al afirmar que «va a suceder algo trágico».
Este grupo de violentos se dedica a hacer «listas negras» con datos que incluso incluyen la dirección personal de los conductores, para luego realizar las intimidaciones y agresiones.
A principios de mes, la Justicia procesó por primera vez a un taxista «caza Uber», al que le dictó un embargo de 100 mil pesos, mientras que la Secretaría de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires le prohibió conducir taxis de manera preventiva.
