Ocho colectivos de artistas inauguran una megamuestra en la ex Esma

La muestra «Experiencias`17. La premonición» se puede visitar con entrada gratuita hasta el 26 de febrero en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, Av. Del Libertador 8151 de la CABA.

Ocho colectivos de artistas exhiben desde mañana sus proyectos en la muestra «Experiencias`17. La premonición», una singular propuesta estética atravesada por la temática de derechos humanos y memoria, surgida tras una residencia en el Centro Cultural Haroldo Conti, que durante tres meses funcionó como taller y ahora lo hace como sala de exposición.

Habitar el espacio, convertirlo en lugar de trabajo, en inspiración; en punto de encuentro e intercambio con artistas y con el ambiente (la ex Esma, un sitio de tortura y muerte). Eso fue lo que ocurrió desde octubre en la sala 1 del centro cultural del Espacio de Memoria y Derechos Humanos, luego de una convocatoria que seleccionó ocho proyectos entre los casi 70 presentados.

 
Como resultado de esa selección, a cargo de un jurado, el espacio intervenido cruza lenguajes y exploraciones muy distintas entre sí: un director de teatro que recrea en una maqueta el escenario urbano donde su padre fue asesinado, con los bordados de una artista que retoma las marcas del predio, y la instalación paródica de una oficina burocratizada de La CONU, algo así como la ONU del Conurbano.

El eje que reúne a estos artistas es memoria y derechos humanos. El Centro Cultural Haroldo Conti, como explica a Télam el director del departamento de artes visuales, Eduardo Feller, proveyó el espacio, recursos – por caso, consiguieron mobiliario de una oficina de la ONU para la instalación de La CONU- y desarrolló visitas y charlas con especialistas para que la experiencia estuviera marcada por la reacción al lugar.

«El Conti se encuentra ubicado en la ex ESMA y todo hecho artístico aquí se resignifica, adquiere una potencia particular -dice su director, Alex Kurland-. Nuestro interés está puesto en temáticas que abordan la memoria y los derechos humanos en la actualidad. Desde esta mirada el arte es una forma de interpelar a la historia y al presente».

Así, en la sala 1, colosal como los grandes edificios de la ex Escuela Mecánica de la Armada, los límites del espacio se desdibujan y cada colectivo -los hay solos y en grupo- delimita de manera distinta el lugar donde exhibe su obra. «La idea fue que los artistas transiten el espacio», comenta Feller.

Una de los proyectos es «Ochenta balas sobre el ala» del artista Pablo Gershanik, en el que reconstruye el escenario, «real e imaginario», de La Plata, donde su padre Mario, médico y rugbier, fue asesinado en 1975 de ochenta balazos. Los Falcon, las pintadas y la pólvora aparecen como elementos a diseccionar en una gran maqueta, que además se proyecta a través de un recorrido en un tren de juguete.

«La pregunta con la que empecé fue ¿qué significa reconstruir un hecho trágico? Si reconstruir tiene que ver con volver al dolor, en este caso un hacha con la que se rompe una puerta, una familia desarmada, o si tiene que ver con contar la historia de otra forma. Qué podemos hacer nosotros, artistas, para envolver de arbustos esa historia trágica e impedir que trascienda a una nueva generación», cuenta Gershanik a Télam.

También cruzado por la presencia familiar, el chileno Pablo Manuel Vergara exhibe la videoinstalación «El origen fue violento», sobre el asesinato de sus tres primos en la dictadura pinochetista. Para su proyecto, como dice, trabajó con archivos, imágenes y cartas que le permitieron reconstruir «una historia que tiene que ver con la memoria de ellos y mi visión del tema», dice.

A su lado, el Polo Consumista Internacional, obra de Franco Castignani y Sol Prado, irrumpe como una instalación que surge de reflexiones políticas actuales y que funciona a modo de plataforma político paródica: «Generamos un movimiento ficticio, irónico, de izquierdas y con un mensaje de ultraderecha anarcocapitalista».

«Rindo, luego existo», «Deuda» y «Odio a la pereza» son algunas de las consignas de las pancartas que dan vida a la plataforma internacional, en la que los artistas se propusieron trabajar desde lo real pero con la ficción y con «la retórica de dirigirnos a nuestros seguidores como endeudados», sostiene Prado.

En una sala, Gaby Messina proyecta dos piezas que visibilizan lo afro en la Argentina. «¿Me quiere? ¿No me quiere?» se preguntan dos manos oscuras deshojando una margarita. «Me interesaba pensar la marginación, la integración en la Argentina, la identidad y la memoria», señala sobre su propuesta.

Frente a la obra de Messina, Gabriela Mesutti acerca «Pliegue y activación», una obra en clave botánica que replica la altura del subsuelo del ex Casino de Oficiales y que explora en esos «testigos involuntarios» de la tortura: los árboles. «Y en qué tipo de redes pudieron haber formado por debajo», explica la artista.

Por su parte, la tucumana Lucrecia Lionti se apoya en el bordado y la poesía: «Enhebrar la aguja tiene algo silencioso, de mucho tiempo, como una manera de pensar», dice sobre la técnica de su trabajo, en el que los frutos de moras recolectados en el predio y las marcas escritas en las paredes del horror componen la singularidad de esta intervención realizada sobre telas.

También con palabras, pero impresas, trabaja Rodolfo Santiago Marqués, quien realizó una investigación sobre tipografías, clisés y mobiliario de la imprenta de la ex Esma. Tras un trabajo de clasificación, relevamiento y edición, exhibe parte de lo que fue ese proceso y un resultado material: dos especies de boletines en tinta creados con lo que revelaron esos tacos de plomo.

Por último, una oficina que emula a la Organización de las Naciones Unidas se acomoda en la planta baja del Conti como resultado de una «elaboración artística de una identidad, imaginación y memoria colectiva del Conurbano», argumenta Félix Torrez, integrante de La CONU junto a Marcos Perearnau. Lino Divas y Alejandro López.

«Pensar en una ONU del Conurbano -explica Torrez- tiene una ironía y una resignificación, y en ese sentido instalamos una oficina, un espacio de trabajo con horarios de atención, reuniones, toma de decisiones, con la idea de intervenir en la dinámica de circulación de valor cultural centralizado en la Capital».

«Experiencias´17- La premonición» se puede visitar con entrada gratuita hasta el 26 de febrero en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, ubicado en avenida Del Libertador 8151 de la ciduad de Buenos Aires.