Navidad en verde y blanco

Por María Martha Pizzi, Con Sabor a Hogar (www.consaborahogar.com.ar).

La Navidad ya está a la vuelta de la esquina. Por eso, es momento de empezar a pensar cómo queremos que luzca nuestro hogar para esos días en los que seguramente recibiremos muchas visitas y, por qué no, también vamos a disfrutarlo un poco más.

Casi con seguridad no puedo imaginar una Navidad sin vista al verde. Quizá sea una deformación profesional, pasión infantil o vaya a saber qué, pero las navidades rodeados de verde son ley en nuestra familia. Claro está, esto es así siempre que el clima nos acompañe, cosa que por estos lados suele suceder. Si llueve, una buena ventana, que nos resguarde, vale igual.

Preparar la mesa para disfrutar junto a quienes amamos y están con nosotros durante el año siempre es un plan pensado con tiempo y dedicación. Rodearse de todo aquello que nos hace felices, de lo que nos acompaña en la vida cotidiana, pero vestidos de fiesta, es mi inspiración. Además del verde acompañando desde el jardín, siempre cuido los detalles en la mesa para darle vida a los festejos, es algo que me motiva a buscar todo aquello que nos acompañe a festejar y remita a las navidades más lejanas.

Por eso, nada como colocar jazmines, bien de la época en la Argentina, que aporta un toque blanco que siempre luce elegante. El verde lo ponen las suculentas, siempre tan simpáticas e ideales para ser centro de mesa.

¿Dónde colocarlas? Los recursos son ilimitados, puede ser un pequeño cuenco de barro cocido, también una vieja tetera de loza blanca o un cuenco en el mismo tono. También se pueden utilizar macetas pequeñas intervenidas con venecitas en tono plateado, un detalle que suma luminosidad y personalidad.

Muero por la madera, las flores frescas recién cortadas (¡no existe la Navidad sin aroma a jazmines!), piñas recolectadas en todos los bosques que visito, que siempre son parte de la fiesta. Cada año, busco la manera en que esas tradiciones se reinventen y nos rodeen con su presencia con un toque familiar.