Las marcas de Massalin Particulares aumentarán desde este lunes en un promedio de 4%,

Los precios de los cigarrillos de las marcas de Massalin Particulares aumentarán desde este lunes en un promedio de 4%, un incremento que se suma al 5% registrado en enero pasado, informó la empresa.

Entre las principales marcas que comercializa se encuentran Marlboro que, en su versión king size, pasará de $58 a $60 y de $59 a $61 en su versión box; Philip Morris, que de $55 pasará a costar $57 en su versión KS y de $56 a $58 en su versión box; y la marca Chesterfield que costará $49 en su versión KS y $50 en su versión box.

Otras marcas como Benson & Hedges, Parliament y Virginia Slims se venderán a $66 en su versión box de 20 cigarrillos.

«Cabe recordar que el sector tabacalero soporta en la Argentina una alta presión fiscal, que se ubica entre las más elevadas a nivel mundial», indicó Massalin en comunicado, al anunciar los incrementos.

El 8 de enero último, Massalin Particulares aplicó una suba de promedio de 5% en algunas de sus marcas.

Por el momento su principal competidora, British American Tobacco (BAT, ex Nobleza Piccardo), no comunicó incrementos en su línea de marcas.

Qué es el cigarrillo electrónico?
El cigarrillo electrónico es un método que se equipara con los parches o los chicles de nicotina y se crearon con la finalidad de ayudar a dejar de fumar. Si bien el invento tiene alrededor de dos años de vida, el mercado está lleno de modelos diferentes, con variedad de precios, cantidad de cargas, colores, etc.

Este cigarrillo funciona emitiendo vapor de agua mezclado con determinadas dosis (cero, baja, media y alta) de nicotina. Intenta emular la sensación de fumar y el gusto, pero eliminando una vasta variedad de químicos peligrosos que trae el cigarrillo.

El vapor se carga de un aromatizante para que el gusto y el olor sean iguales a los de un cigarrillo convencional, con la diferencia de que en pocos segundos se evapora y no queda en el ambiente molestando. Existen muchas pugnas entre médicos que aprueban el método y profesionales que lo rechazan como terapia para dejar de fumar. Así como en algunos paises todavía no se efectuaron los controles pertinentes para regular los componentes químicos de este elemento.

La ANMAT, organismo encargado de controlar alimentos y medicamentos que depende del Ministerio de Salud, recomendó no utilizar los cigarrillos electrónicos que se ofrecen como sustitutos para dejar de fumar, y aclaró que tampoco autoriza su importación .

En la Argentina, los dispositivos electrónicos para fumadores (DEF), como se denominan, se venden sobre todo por Internet , a un costo que ronda los 300 pesos.

“Los cigarrillos electrónicos pueden contener cartuchos con hasta 24 miligramos de nicotina. En general, operan convirtiendo la nicotina en vapor, que es inhalado por los usuarios”, explicó ayer el organismo en un comunicado. “Si bien son promocionados como alternativas saludables para dejar de fumar, nunca se han sometido a ensayos clínicos que demuestren sus beneficios por sobre sus riesgos”, agregó.

La ANMAT evaluó las características de los DEF, que pueden contener diversos niveles de nicotina y otros compuestos químicos desconocidos. Los cartuchos, sustituibles, contienen “un líquido supuestamente compuesto por propilenglicol, nicotina, extracto de hoja de tabaco, antioxidantes y sustancias aromatizantes, si el usuario lo desea”, señala el informe de la ANMAT. “Existen algunos tipos de cartuchos para DEF que dicen no poseer nicotina”, destinados sólo a simular el acto de fumar. El propilenglicol sirve para simular el humo.

Al no haber estudios clínicos que prueben su seguridad y eficacia, “ puede resultar en un serio riesgo a la salud en la medida en que pueden inducir al usuario a la simple sustitución del cigarrillo convencional por el dispositivo electrónico”, indica la ANMAT. Tampoco existe ningún ensayo que demuestre que los cigarrillos electrónicos no son inocuos para quienes están cerca o en el mismo ambiente del usuario.