El gobierno porteño inició este miércoles el proceso de traslado de animales del antiguo zoológico de la Ciudad al llevar a cuatro lechuzones a la reserva ecológica de Costanera Sur y anunció la reapertura del tradicional paseo del barrio de Palermo para el 16 de julio, con el inicio de las vacaciones de invierno, pero con un cupo de ingreso de 2000 visitantes diarios.
“La reapertura va a ser el sábado 16 pero con un enfoque distinto que vamos a denominar ‘visitas conscientes’ porque va a tener un límite de entrada de 2000 personas por día y los visitantes no van a poder dar alimentos a los animales”, dijo en declaraciones a la prensa el ministro de Modernización, Andy Freire.
El funcionario participó del acto que estuvo encabezado por el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, en la Reserva Ecológica, destinado a mostrar detalles del traslado a ese espacio verde desde del zoológico de cuatro lechuzones orejudos de entre tres y ocho años, nacidos en cautiverio, para comenzar un proceso de rehabilitación, previo a su liberación final.
Según dijo Larreta, “este es el primer paso del proceso para encontrar para cada uno de los 1500 animales del zoológico el mejor lugar”, tras el anuncio hecho semanas atrás por su gestión de transformar el predio de Palermo en un Ecoparque, en el cual no habrá más animales en cautiverio ni exhibición.
El nuevo parque estará bajo la órbita del Ministerio de Modernización a partir de la creación de una Unidad de Proyectos Especiales llamada «Ecoparque Interactivo de la Ciudad» que tendrá dos direcciones, una dedicada a la gestión de la transformación edilicia y otra al bienestar, cuidado y rehabilitación animal.
El proyecto menciona además como pilares de la transformación «generar un Corredor de la Biodiversidad» que integre al futuro ecoparque con el Jardín Botánico y el Parque Tres de Febrero, así como promover el espacio como un lugar de encuentro en el que emprendedores y organizaciones puedan «realizar proyectos vinculados a la conservación del medioambiente».
Para ello, el predio fue cerrado hasta el 16 de julio y durante ese período se dio inicio a un censo que determinó que en el zoológico habitan 930 mamíferos, 113 reptiles y 430 aves, muchos de los cuales serán llevados a santuarios o reservas y algunos van a permanecer en el lugar dado que su traslado podría ser riesgoso, según evaluaron los expertos a cargo de esta etapa.
Freire había anticipado que había que trabajar «en el caso por caso, y de hecho para ello serán fundamentales los trabajadores del zoológico, que nos podrán contar la situación. Por otra parte, la idea es mejorar el entorno de aquellos animales que no puedan ser trasladados».
Para el arranque, fueron elegidas las aves rapaces: en esta primera etapa mudaron a los lechuzones, y posteriormente se hará lo propio con las lechuzas vizcacheras y los chimangos.
Al respecto, Andrés Capdevielle, director del proyecto de Conservación de aves rapaces del antiguo zoológico, explicó que el objetivo es “llevar a los animales en cautiverio a una rehabilitación y darles posibilidades reales para su reinserción en su hábitat natural”.
Para su liberación, que podrá demandar al menos un mes, los lechuzones pasarán por distintas etapas dentro de una “jaula túnel” en la cual en un primer momento van a realizar ejercicios para bajar de peso y aprenderán a percibir el peligro; luego practicarán vuelo y caza y finalmente se hará su reinserción.