Una persona obesa come más para obtener la misma recompensa gustativa

Lo explicó el Dr. Máximo Ravenna basándose en una nueva investigación que revela que una persona obesa come más para obtener la misma recompensa gustativa ante los alimentos que obtendría una persona delgada.

Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos, ha determinado que el sobrepeso y la obesidad provocan una reducción del número de receptores localizados en las papilas gustativas, por lo que se cambia la forma en la que la lengua reacciona ante el sabor de los alimentos.

El trabajo se ha realizado con roedores de laboratorio, pero los investigadores explican que los resultados se trasladan a los seres humanos.

Ravenna ha explicado permanentemente que la obesidad provoca alteraciones en el funcionamiento del cerebro, de la psiquis, del espíritu a través del estado de ánimo y del cuerpo en general, pero hasta ahora no se había estudiado en profundidad el comportamiento de los receptores gustativos al entrar en contacto con los alimentos.

En la investigación se trabajó con dos grupos de 25 roedores, a cada uno se lo alimentó con una dieta diferente, la primera tenía un alto contenido graso para facilitar el sobrepeso y la obesidad, y la segunda era una dieta normal. Tras una alimentación de 10 semanas, se analizó la respuesta de cada grupo de roedores ante los diferentes sabores y los expertos constataron que los roedores obesos respondían débilmente a los sabores dulces y amargos.

Los resultados son sorprendentes y reveladores porque explican que es muy importante poder determinar la relación y el papel que juega el gusto en la regulación del apetito, en cuánto y qué se consume.

El psicoterapeuta que concibe con éxito el tratamiento del sobrepeso y la obesidad con un fuerte trabajo desde lo nutritivo pero sobretodo desde lo psicológico y emocional dijo que este nuevo trabajo de la casa de estudios norteamericana pone de manifiesto un nuevo círculo vicioso porque «la ingesta demedida de alimentos provoca un estado de sobrepeso u obesidad, y, a la vez, ese estado de salud retroalimenta la necesidad de ingerir más cantidad de comida».