El Hipódromo de Palermo, se llevó todos los elogios en una verdadera fiesta. La misma contó con la participación de ciento de familias y los aficionados al turf, pudieron disfrutar de las mejores carreras, la comida más rica y de una muestra de arte visual con desfile de modas incluido. Una gran fiesta se vivió en el Hipódromo de Palermo: mirá las fotos
Los amantes de las carreras que no quisieron perderse el inicio de la Triple Corona del turf, se le sumaron los fanáticos de las ferias gastronómicas que se acercaron desde temprano para conocer «Apetito”, festival gourmet de pizza y cerveza que por única vez, reúne a las mejores pizzerías y cervecerías de la argentina en un mismo lugar.
Pero esto no es todo, ya que no termina aquí. El festejo continúa mañana desde las 11, es la primera de una serie que bajó la marca Apetito presentará distintas especialidades de comida. La solidaridad también estuvo presente en Palermo.
La jornada hípica y los 140 años que cumple el hipódromo, son el marco ideal del «Horse Parade”, la muestra de arte a beneficio de PANAACEA, BANCO DE BOSQUES y PROYECTAR, en la que se exponen hasta mañana 15 esculturas de caballos realizadas por Javier Goldschtein e intervenidas por prestigiosos artistas visuales: Eugenio Cuttica, Milo Lockett, Eduardo Hoffmann, Jorge Rajadell, Marcela Ganly, Fernanda Cohen, Ricardo Roux; Emilio Fatuzzo, Felipe Noble Herrera, Karina El Azem, Jorge Martorell, Ignacio Basílico, Caro Prat, Emilia Farrarons Fenoglio y Ricky Crespo fueron los elegidos.
Junto a las esculturas intervenidas, también se exhibe una muestra de pinturas de artistas renombrados. En la misma sala de arte, Laurencio Adot, Javier Saiach, Adrián Brown, y Laura Noettinger con sus sombreros y facinators, realizaron un desfile de modas impactante.
Todas estas actividades complementaron una programación de carreras en la que además de la Polla de Potrillos, se corría la Polla de potrancas, y el Gran Premio Gral. San Martín. Con una oferta de entretenimiento muy variada, para todos los públicos, con entrada gratis y en el corazón de la ciudad no podía pasar desapercibida.